jueves, 18 de julio de 2019

¡QUÉ COÑO PASA AQUÍ!: Camilo José Cela y Trulock un 19 de junio de 1.977 en el senado cuando su compañero de bancada le incaba el codo en las costillas para despertarle en el Senado.

Camilo José Cela y Trulock fue designado senador por decisión real con objeto de elaborar el proyecto de Constitución con objeto de reorientar su común futuro y que unos meses después, el 6 de diciembre de 1.978, fue refrendada por todos los españoles.

Como consecuencia de esta designación real, Cela tenía la obligación de asistir a todas las sesiones necesarias con el objeto de aportar su forma de ver las cosas, junto con el resto de los senadores, para la elaboración de este importante proyecto que conformaría la nueva organización del estado español tras el fin de la dictadura. Pero no todas las sesiones eran igual de interesantes por lo que el sopor era una de las drogas más irresistibles tanto para Cela como para sus colegas senadores...


Estando en esta situación tan incómoda para para los somnolientos como tan cómoda para los durmientes, cómo él, cuando el presidente del senado le señaló acusatoriamente con el dedo para dirigirle unas palabras, mientras el compañero de bancada le clavaba el codo por las costillas, de forma disimulada por lo que Cela cayó de su sopor de forma brusca y, sobresaltado, pensó: "¡QUE COÑO PASA AQUÍ!".

Entonces escuchó al presidente de la cámara, D. Antonio Fontán, increparte:
- ¡Señor Cela, ¿Qué hace dormido durante la sesión?.

Don Camilo, tomando conciencia bruscamente de la situación, pensó "¡Más vale majá de mulo que cojón de pato!" y le respondió con frialdad:
- Querrá decir que estoy durmiendo y no dormido ¿no?.

A lo que Don Antonio le respondió, sorprendido:
- ¿Y no es lo mismo?.

Cela, seguía pensando: "¡A capar se aprende cortando cojones!" y le respondió fríamente:
- ¡Pues no es lo mismo estar jodido que jodiendo!

y siguió pensando: "¡Amor de monja y pedo de fraile, todo es aire!", ya que Cela, mente inquieta, no podría dejar de pensar, ni de replicar al presidente de la cámara, según su peculiar forma de ser y es que "¡La voz del culo no tiene remedio ni disimulo!" pensaba Cela y seguía pensando... "¡Cuesta abajo, hasta la mierda corre!".

En la realidad, nada del diálogo entre Cela y Fontán quedó reflejado en el diario de sesiones y, por supuesto, ninguno de los pensamientos de Cela por lo que algunas malas lenguas (o mentes, según se mire) opinaron que todo fue pura fantasía de alguien al que Cela siguió la corriente ya que "¡Con dos pedos y una bufa, la cama como una estufa!" o "¡Teta que mano no cubre no es teta sino ubre!", y es que Cela no podía dejar de pensar en ningún momento, ni siquiera de aquel que le designó muy realmente y le puso donde estaba ese 7 de junio de 1.977: "¡Caga el rey, caga el Papa y en este mundo de mierda de cagar nadie se escapa!". Y como final, el pensamiento inicial, pero esta vez en la mente del autor: "¡Que coño pasa aquí!" pues qué más quisiera yo que saberlo...

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