lunes, 7 de febrero de 2011

¡LA MADRE QUE ME PARIÓ!: Janis Yin Joplin, a las 1:43 del 4 de octubre de 1.970, en Los Ángeles (USA).





El 4 de octubre, de 1.970, mientras se rompía el último hilo de vida que la unía a su exhausto cuerpo, cuando de su espíritu fluía en forma de exclamación muda el pensamiento “¡LA MADRE QUE ME PARIÓ!” refiriéndose, claro está, al duro parto que “la madre tierra” estaba efectuando en ese momento “echándola” del mundo de los vivos hacia el de la eternidad.

Y es que se estaba trasmutando a ángel tras haber probado en vida todo lo que ésta le ofreció con los excesos propios de la época representados en esa máxima de los años 60: “sexo, drogas y rock & roll” (y me digo yo que otro gallo les hubiera cantado a esa fantástica generación si hubiesen cambiado ese dicho por otro más saludable: “sexo, jamón y rock & roll”).

Conforme Janis se iba separando cada vez más de su inerte cuerpo, iba recorriendo el camino de ingreso en la fama y de ahí al cielo, a donde se dirigía directamente y en donde la esperaba el Guardián General de las LLaves de Reino de los Cielos, San Pedro.

Janis fue afortunada, si puede decirse algo así al respecto de ese momento, ya que en el cielo pudo encontrar otro ángel de su categoría para acompañarla, Jimy Hendrix, que también había traspasado los umbrales de la eternidad sólo unos días antes, el 18 de septiembre, también perteneciente a esa fatídica generación del 27  (fallecidos con 27 años y por circunstancias similares como también le sucedió a Brian Jones del grupo Rolling Stones o más adelante le sucedería a Jim Morrison, vocalista de The Doors).

Tanto para Janis como para Jimy, los primeros días de la eternidad comenzaron a ser enormemente aburridos, habida cuenta de la agitación de su vida anterior, por lo que pensaron unirse a los coros celetiales, quienes les acogieron con … las alas abiertas. No obstante, los horarios matinales de éstos chocaban iremisiblemente con las costumbres noctámbulas de aquellos lo que no permitía compaginar a ambos grupos.  Así pues, a consultas de San Pedro y haciendo un esfuerzo considerable por parte de la dirección celestial, lograron extender el horario de los coros a las noches del fin de semana con lo que pudieron preparar unos conciertos adecuados al gusto de todos, con cierto menoscabo de las actuaciones matinales que quedaron para las almas más infantiles.




Y así fue como se formó el grupo “Rockers Forever”, coliderado por estas dos nuevas estrellas (y nunca mejor dicho) y con sus actuaciones nocturnas del fin de semana para disfrute de las almas celestiales y que en su actuación inicial lograron arrancar de la mente del Gran Crerador, el célebre pensamiento: “¡La madre que los parió!” mientras escuchaba con esa emoción que se agarra a la garganta la desgarradora voz de Janis, acompañada por Jimy a la guitarra, cantando Summertime. Y es que el abierto carácter y la eterna sonrisa de Janis realmente se merecían la eternidad.

Sólo un comentario adicional al respecto por parte del autor: el susodicho pensamiento queda trascrito en este artículo directamente al castellano ya que supongo que dicho en inglés, que más o menos es así: “The mother who gave me the life” seguramente no es tan expresivo.

Y aquí más abajo algunos enlaces de interés:

http://www.viewpoints.com/images/review/2008/80/11/1206031043-07121_full.jpg

http://digital-freaks.com.ar/imagenes/post/janis-joplin.jpg

y una visita a Janis Yoplin en You Tube:

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