domingo, 3 de diciembre de 2023

“¡Vaya tela!”: Orson Welles mientras entraba en la emisora CBS de radio, a las 7:00 PM, un domingo del 30 de octubre de 1938, en Halloween, cuando éste tenía 23 años, para narrar “la guerra de los mundos” por la radio.

 Un 30 de octubre, por la tarde, cuando Orson Welles entraba en la emisora de la CBS para preparar el programa de radio que tenía previsto para esa tarde, pensaba “¡Vaya tela!” mientras recordaba lo que había hablado con su compañero y guionista Howard E. Koch sobre el programa de esa tarde.

Llevaban varios días preparando una serie de narraciones que llamaban “Halloween” y pretendían animar la noche del mismo nombre con una adaptación de la novela “La guerra de los mundos” que H. G. Wells había escrito algunos años antes, en 1898. En realidad la idea era narrar, como si fuese real y “en directo”, la invasión de la tierra por unos marcianos, que aterrizaban en el pequeño pueblo de Grover's Mill perteneciente al municipio de West Windsor, en Nueva Jersey, pero Orson Welles pensaba que la historia iba a ser aburrida desde el principio. De ahí su pesimista pensamiento de “¡vaya tela!” pues llevaba varios días dándole vueltas a la cabeza, tras leerse la novela original, “La guerra de los mundos” de H. G. Wells, así como el guión previsto y no sabía como enfocar una historia tan absurda e increíble para que resultase interesante, realista y animada para sus seguidores de la radio.

Durante la preparación del programa, con los músicos de la banda "Ramón Raquello and his Orchestra" que iban a tocar una adaptación de la obra Stardust, desde el "Hotel Park Plaza" de Nueva York, supuestamente, comentaba acaloradamente el guion que había preparado junto a Howard E. Koch pues sólo veía situaciones absurdas que la gente no comprendería en absoluto como “observar las explosiones en el planeta Marte” o “ver ojos luminosos en un hoyo negro” o “llamaradas brotando de las naves y alcanzando a la población”…

¡Vaya tela!” volvía a pensar Welles mientras miraba a los ojos de Howard E. Koch intentando buscar algo de lógica y claridad en las anotaciones del guion. Y es que su imaginación iba más allá de la novela pensando que podría pasar si los humanos alcanzasen la luna, como en la novela “De la Tierra a la Luna”, de Julio Verne, publicada en 1865, o la novela “Los primeros hombres en la Luna” de H. G. Wells, escrita en 1901, y si esto fuese posible. ¿Qué se encontrarían allí los humanos? ¿llegarían con sus naves estratosféricas y al bajarse de las mismas se podrían encontrar una población de selenitas que observarían a los humanos con terror? Orson Welles se ponía en la piel de los selenitas para ver cómo se comportarían estos en dicha situación y comenzó a imaginar su narración al revés… pero esto no se podía narrar desde esa perspectiva en la radio por lo que Orson Welles centró su atención en el caso del ejemplo narrado por H. G. Wells en su novela, pensando que esa tarde sería una tarde aburrida, soporífera y tediosa… sin imaginarse el qué se le pasaría por la imaginación a los oyentes de su narración extremadamente personal…

A sí que a la hora prevista, Orson Welles cogió su guion, encendió el micrófono y, pensando “¡vaya tela!”, comenzó su narración:

Señoras y señores, buenas noches. Les presentamos el último boletín de Intercontinental Radio News. Desde Toronto, el profesor Morse de la Universidad de McGill informa que ha observado un total de tres explosiones del planeta Marte entre las 7:45 P.M. y las 9:20 P.M.”…



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