Con su narración “La metamorfosis”, publicada en 1.915,
Kafka quizás solo quería luchar en su inconsciente contra esos insectos que le
perseguían durante las pesadillas nocturnas recordando cada vez que se
levantaba de niño a hacer sus necesidades nocturnas y sentía, al pisar el suelo, un
desagradable cosquilleo bajo las plantas de sus pies, crujidos incluidos: “¡MALDITAS
CUCARACHAS!” pensaba para sus adentros por tal de no despertar a su familia.
Y es que Franz Kafka aunque tuvo muchos hermanos, no
disfrutó de una infancia agradable y por culpa de las “¡MALDITAS CUCARACHAS!”
quizás fuese un poco peor.
Así que cuando decidió escribir su famosa narración “La
metamorfosis” ya venía influenciado en gran parte por ese repugnante recuerdo
infantil por lo que le transmitió al personaje Gregorio Samsa su herencia
nocturna cucarachil, quizás de un intento de liberarse de esa pesadilla. De
esta forma, Gregorio Samsa arrastró a lo largo de toda la narración el “San
Benito” traspasado por Kafka y así le fue al pobre.
Sin embargo, las cucarachas nos hacen pensar, Kafka quizás
no lo supiera, que si existen sobre la faz de la tierra desde hace más de 300
millones de años quizás duren otros 300 millones de años más sobreviviendo a
todas esas barbaridades que hacemos los humanos con la madre naturaleza creyéndonos
los dueños del planeta vertiendo al mismo todos los insecticidas, venenos,
gases efecto invernadero, radiaciones nucleares o cualquier otra prueba bárbara
a la que sometemos al medio ambiente de forma cotidiana e inconsciente , por
muy ecologistas que nos nombremos. Seguro que sobrevivirán a todo esto o incluso
meteoritos que puedan aparecer desde el infinito… y más allá. ¡MALDITAS
CUCARACHAS¡.
Cuando Kafka, de niño, intentaba matar todas las que podía
con sus zapatos (después de haberlas pisado inconscientemente al despertarse) y
ver cómo quedaban los restos de algunas, tras los rincones o en los bajos de
los armarios, quedaban al acecho unos cuantos cientos más, esperando la noche
siguiente… y lo que es peor, muchos de esos cientos estarían flirteando con
otros cientos del sexo contrario, para procrear varios miles más… ¡MALDITAS
CUCARACHAS¡
Mientras redactaba este blog escuchaba a Klaus Schulze - The Cello:
¿Pero porqué están el el mundo las malditas cucarachas?
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