Concha Piquer, quizás mejor Doña
Concha Piquer, era una gran cantante y una de las mayores
representantes de la copla en el mundo. De origen valenciano pero
ciudadana del mundo y triunfando con su arte y su temperamento por
todas partes, con sus coplas, sus películas, su carácter y su
pasión contagiosa. Quizás por eso pensaba con frecuencia “Yo,
mi, me, conmigo, por mí, Concha, y por mi concha...”, éste
último término por su significado argentino sobre los atributos
genitales femeninos...
Son famosas sus transgresiones a la
moral tradicional debido a su relación con la farándula.
Como la
primera conversación que cruzó con Rafael León en el teatro Lope
de Vega (antes Teatro de la Exposición) de Sevilla donde, tras
acabar su actuación, éste acudió a su camerino y se presentó para
saludarla:
- ¿Y usted es maricón?
- ¿En que lo ha notado?
- En la gorra.
No siendo esta presentación problema alguno para ser inseparables profesionalmente a lo largo de sus vidas, junto con Quiroga y Quintero, componiéndole, entre los tres, la mayoría de sus exitosas y populares canciones.
Según Doña Concha, sólo servía para
cantar y cuando cantaba levantaba pasiones con su genio y su pasión
contagiosa.
Mujer valiente que siempre hizo lo que
le dio la gana en todas las épocas, por duras o intransigentes que
fueran, “por mi concha”...
Entre todos los países en los que
actuó, fue en Argentina donde su nombre era bastante singular, por
el significado local de la “Concha”, cosa que no quiso cambiar
bajo ningún concepto.
Es curiosa la anécdota que protagonizó
con el dictador Franco, muy fan de Doña Concha, cuando el 18 de
Julio de 1.953 fue invitada al Pardo a cantar junto con otros
artistas, cuando, después de la actuación de todos los canantes,
Franco se le acercó y le dijo si no le importaría cantar de nuevo
“Ojos Verdes”, a lo que Concha, se acordó de su pensamiento
favorito y le respondió:
- Lo siento pero “por mi
concha” (recordando su etapa argentina) que en este precioso
momento me dispongo a merendar y que si quiere escucharme de nuevo
en esa canción le reservaré un palco en el teatro donde actúo y
no tendré inconveniente en complacerle.
Franco, entendió realmente “Por
mí, Concha” y le respondió:
- La entiendo, siendo como es usted,
“por sí misma”, llegará muy lejos.
Y ahí quedó todo, gracias a Dios.
Mientras redactaba este post, escuchaba Ojos Verdes de Concha Piquer, ¡como no!.